murió Fontanarrosa
A partir de hoy el mundo es un lugar peor, sin dudas.
Él es una de las personas que más admiro (quienes me conocen lo saben y ya lo dije por ahí).
Ya no habrán chistes nuevos de Inodoro Pereyra. No aparecerán nuevos libros de cuentos con títulos magníficos como "Los trenes matan a los autos".
Esas pequeñas obras de arte que tanto disfrutaba tiene su límite: hoy.
Cuando se acabarón los tangos de Piazzolla no murió el tango. Cuando se acabaron los cuentos de Borges no murió la literatura. Hoy no se acaba el humor, pero pierde una de sus figuras.
2 comentarios:
Es muy triste.
En casa era como un ídolo general: a mi viejo y a mí nos gustaba por inodoro, a mi hermano por las novelas de fulbot, a mamá por no me acuerdo qué...
Puta madre.
si, eso: puta madre.
Publicar un comentario